Queridos hermanos y hermanas de Málaga:

Hoy os invito a uniros a nosotros en la devoción a la Virgen de Fátima, la Madre de Dios y nuestra Madre. Ella nos llama a rezar el rosario todos los días por la paz del mundo, la conversión de los pecadores y la salvación de las almas. Ella nos pide que consagremos nuestros corazones a su Inmaculado Corazón, que es el refugio seguro en medio de las tormentas de la vida. Ella nos promete que si hacemos lo que nos dice, al final su Corazón triunfará y habrá un tiempo de gracia y misericordia para todos.

No dejemos pasar esta oportunidad de responder al amor de María. Ella nos espera con los brazos abiertos en la Parroquia de Fátima de Málaga, avenida de Fátima nº 10, donde podemos peregrinar para venerar su imagen milagrosa y recibir sus bendiciones. Esta imagen de Fátima es probablemente la única imagen de las peregrinas que no vuelve al Santuario.

Año 1950 «LA GRAN MISIÓN» La imagen de la Santísima Virgen de Fátima que vino de Leiria expresamente a presidir la “Gran Misión malagueña” no vuelve a Portugal. La convenida entre nuestro reverentísimo Prelado y el señor Obispo de Leiria era que, terminada la Misión, regresaría a la Cova de Iría. Pero el pueblo de Málaga llegó a compenetrarse de tal manera con la imagen y fueron tan manifiestos los favores de la Señora a la ciudad, que nuestro Prelado solicitó del de Leiria que la imagen quedara en Málaga.

También podemos acercarnos a ella en nuestras parroquias, capillas y hogares, donde podemos honrarla con flores, velas y cantos. Lo importante es que no nos olvidemos de ella, que la tengamos siempre presente en nuestra mente y en nuestro corazón, que le hablemos como a una madre y que le confiemos nuestras necesidades, alegrías y sufrimientos.

Que la Virgen de Fátima nos proteja, nos guíe y nos ayude a seguir a su Hijo Jesús, el único camino, la verdad y la vida. Amén

José Manuel Rojas García

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